No, no, no, Ginny no se ha metido en ninguna canoa ni nada por el estilo. No, no he bajado rápidos ni nada, pero gustaría ir en parapente algún día. Estamos hablando de algo bastante más adrenalínico que éso.
Aprendí a manejar.
Ok, ok. Debo admitir que jamás he atropellado a nadie, no he dado de topones a nadie y soy tan cuidadosa que hasta me consideran tirada de las mechas. Pero mientras el gobierno de chile me considera apta para manerjar vehículos particulares no de pasajeros por todas las calles y caminos de Chile, todavía mis viejos no. Considerando que ellos son los dueños de los únicos vehículos que podría utilizar en un futuro cercano, mis posibilidades de poder manejar algún día son algo confusas. Lo bueno es que mis viejos consideran que tengo que practicar, así que, de vez en cuando, me dejan manejar sus joyitas.
Y allí comienzan los problemas.
No, no, cuales problemas ustedes se preguntarán. La verdad que con mi viejo ninguno. Es mi vieja. Tiene una gran desconfianza con cualquiera que maneje el vehículo que sea que ella esté abordo, excepto mi viejo claro. Entonces, cada vez que le digo que yo manejo, la pobre no es capaz ni de respirar de aquí hasta que llegamos a destino. Es un susto totalmente paranóico. Tan paranóico que le puedes hechar talla. No cabro, no, mi madre maneja mejor que todos los hombres de Chile combinados. Ok, no estamos hablando de la habilidad de De Gavardo o del Chaleco, pero es capaz de pegarle mil patadas ustedes ya saben dónde a más del 90% de Chile. Éso es no sólo por el hecho de que ella no habla por celular durante el camino, sino que además tiene un excelente manejo del espacio.
Cosa que yo no tengo.
Mi Viejo dice que es falta de práctica. Yo digo que es simplemente porque soy mala mirando. Soy mala reconociendo caras y no cumplo con la última máxima de LH, ya que yo recuerdo mejor palabras y acciones que imágenes. Soy una mezcla extraña de Auditivo-Kinésico. Entonces, ¿Cómo es que dibujo?
¡No tengo idea!
¿Cómo voy a terminar sabiendo éso? Pregúntenle a Lautaro que esperaba que mis diapos estuviesen llenas de imágenes ilustrativas y no pasó na'. Pero lo bueno es que gracias a ésa super mezcla, no solamente tengo buen equilibrio, sino que además tengo buenos reflejos. Aunque éso se lo tengo que agradecer más al Sensei que otra cosa.
Así que cada vez que mis viejos salen con chofer (osea yo) yo digo que partimos a Turismo Aventura. ¿Cuando el Turismo Aventura va a abrir su sede en Valparaíso? Espero que algún día.
martes, 24 de febrero de 2009
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3 comentarios:
Woooo, felicitaciones! manejar es algo muy entretenido, y lo que dice tu padre es cierto... sí puedes mejorar tus estimaciones espaciales con el tiempo. Todo es práctica, por eso cuando uno cambia de carro es que te cuesta estacionarlo al comienzo. A cualquier hombre o mujer que le pases un carro nuevo, le va a costar. Practica y ya :P
Cuidado con los motociclistas, que siempre aparecen en los lugares más improbables!
Y lo de tu mamá, pues la mía era igual :( le daba con frenar con el pie aunque iba de copiloto y no tenía pedales. Las mamás al parecer son así.
Saludos desde .mx!
Wena!!!, eso es algo de lo que yo todavia no me puedo jactar :D...
Espero que en algun mes de este año saque mi licencia... y mis viejos se vuelvan tan paranoicos como los tuyos.
"última máxima de LH"???
Luis Hevia?, o estoy puro leseando...
El mismo, el mismo...
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